miércoles, 3 de enero de 2018

Un médico poeta para la presidencia de Angola (3 de enero de 1961)



¡Feliz año nuevo! Nos espera un apasionante año 2018 cargado de efemérides revolucionarias. En esta primera entrada de la agenda La resistencia 2018, empezamos con la independencia de Angola. África entera es una fecundísima fuente de historias similares, pero a la vez muy diferentes: gentes luchando contra la esclavitud y el colonialismo y tratando de encontrarle sentido a una imposición del blanco sobre el negro de sus pieles. Los años sesenta y setenta fueron importantísimos para muchos países africanos que lograron la ansiada independencia, con resultados desiguales. Además de las protestas que menciona la efeméride de la agenda, la Revolución de los Claveles portuguesa (¡Paciencia! Habrá que esperar a finales de abril para llegar a ella) tuvo una enorme importancia en todos aquellos movimientos independentistas. 

António Agostinho Neto


Nuestro primer protagonista es António Agostinho Neto, el primer presidente de la Angola libre: un presidente médico y poeta. Después de luchar por la liberación de su país desde el exilio en Marruecos tras dos años encarcelado por su oposición al colonialismo y a la represión militar, Agostinho Neto apenas desempeñó su cargo cuatro años: en 1979, cayó gravemente enfermo y fue trasladado a Moscú, donde falleció poco después.


El poema cuyo fragmento se cita en la agenda se titula Adiós a la hora de partir y su texto íntegro traducido por una servidora es el siguiente (podéis ver el original aquí):

Adiós a la hora de partir

Madre
(y todas las madres negras
cuyos hijos se han marchado),
me enseñaste a esperar y anhelar
igual que tú conservabas la esperanza en los momentos difíciles.

Pero la vida
hizo que se marchitara en mí la esperanza mística
Ahora ya no espero
Es a mí a quien esperan
es a mí, madre,
la esperanza somos nosotros
tus hijos
los que fueron en pos de la fe que sustenta la vida.


Hoy
somos niños desnudos en aldeas en medio del bosque
niños que no van a la escuela y juegan con una pelota hecha de trapos
en las arenas bajo el sol del mediodía.
Nosotros mismos somos
jornaleros que se dejan la piel en las plantaciones de café,
negros ignorantes
que deben respetar al hombre blanco
y temer al rico.
Somos tus hijos
en los vecindarios negros
fuera del alcance de la luz eléctrica,
borrachos desplomándose,
abandonados al ritmo del batuque de la muerte.
Tus hijos
hambrientos
sedientos
avergonzados de llamarte madre
temerosos de cruzar las calles
atemorizados de los hombres
de nosotros mismos.



Mañana cantaremos canciones de libertad
en las que conmemoraremos
el día en el que acabe esta esclavitud.
Iremos en busca de la luz
tus hijos, madre
(y todas las madres
cuyos hijos se han marchado),
iremos en busca de la vida.

Otras escritoras y poetas angoleñas son Ana Paula Riveiro Tavares y Deolinda Rodrigues Francisco de Almeida.

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